Gigantes

En la mitología griega, los Gigantes (en griego antiguo Γιγάντες, ‘nacidos de la tierra’) son personajes caracterizados por su estatura y fuerza excepcionales. Conviene distinguir entre ellos a los Gigantes de la mitología primordial, hijos de Gea, de los concebidos posteriormente.

Los Gigantes suelen ser descritos como gigantescos seres humanoides con serpientesen vez de piernas.

Según Homero, los Gigantes eran una raza de hombres de grandes dimensiones y salvajes, gobernados por Eurimedonte, que moraba en el lejano oeste, en la isla de Trinacia. Pero fueron exterminados por el propio Eurimedonte debido a su insolencia hacia los dioses.[1] Homero consideraba pues a los Gigantes, como a los feacios, cíclopes y lestrigones, una de las razas autóctonas que (con la excepción de los feacios) fueron destruidas por los dioses debido a su autoritaria insolencia, pero ni él ni Hesíodo sabían nada sobre la lucha de los dioses con los Gigantes.

Sin embargo, Hesíodo[2] los considera seres divinos, que surgieron de la sangre que Urano derramó sobre la Tierra, siendo pues Gea su madre. Para ser más precisos, nacieron con sus hermanos y hermanas, las Erinias y las Melíades, cuando Crono castró a Urano, su padre, y la sangre de éste cayó sobre Gea. Poetas y mitógrafos posteriores los confunden frecuentemente con los Titanes.[3] Se decía[4] que Gea, indignada por el destino de sus hijos anteriores, los Titanes, engendró sola a los Gigantes, seres monstruosos e inconquistables con temibles rostros y colas de dragón,[5] e Higino[6] los considera hijos de Gea y Tártaro.

Según algunos, nacieron en Flegra (‘campo en llamas’), en Sicilia, Campania o Arcadia y, según otros, Flegra era el nombre mítico de la península tracia de Palene.[4] [7] Es digno de mención que Homero, así como escritores posteriores, sitúe a los Gigantes en zonas volcánicas, y la mayoría de los expertos lo hagan en áreas de Europa occidental. El origen de la historia de los Gigantes debe pues buscarse probablemente en fenómenos físicos similares de la naturaleza, especialmente en los volcánicos, de los que surgieron las historias sobre los Cíclopes.

Estos Gigantes intervienen poco en la mitología. Aparecen esencialmente en el episodio de la Gigantomaquia (o ‘Guerra con los Gigantes’), en la que se enfrentaron a los dioses del monte Olimpo, intentando llegar a ellos apilando las dos cadenas montañosas de Tesalia, Pelión y Osa, una sobre la otra. Sin embargo, fueron derrotados por los dioses olímpicos con la ayuda de Heracles. Esta batalla parece ser sólo una imitación de la revuelta de los dioses griegos contra los Titanes, la Titanomaquia.

Según Pausanias, para los arcadios la Gigantomaquia tuvo como escenario la cuenca del río Alfeo.[8]

Deja un comentario